inefable

Eres para mí un azul diamante, de color sereno y veteado. Podría elegirte si del mundo fueras, pero si allá fuera hay algún mundo no dudaría que a la mano de una diosa pertenecieras y que los brillos de sus ojos en ti guardaras. Azul por tu sonrisa, sereno por tu estampa esbelta, veteado cual los cabellos con que los ángeles del aire juguetean. ¡Ay, si fueras de este mundo!: secaríanseme las lágrimas para no llorar más de las nubes de los grises pensamientos. Pero sé que no he de poseerte, así que no seas de este mundo, pues sólo tocarte sintiendo tus dorados resplandores básteme para asomar mi corazón al cielo y así mi sol en mí se mezcle conformando con vos un mundo de azul celeste y de rojo infierno. Pues ya sé donde estás, mi azul diamante, que no es tu anillo para adornar un dedo, aunque corazón sea, sino que eres el eterno brillo de amor, olvidado sólo por mi amante y no amado miedo, ese eterno brillo que navega en las profundas simas oscuras del corazón, allá donde sólo alcanzan los niños, llevados por sus sueños...



29.3.11

Podría haber sido... voz de torrente tumultuoso,
mecer suave de tranquila brisa,
terciopelo oscuro de una noche cerrada
o ese halo albo de la luna llena, nivoso.

Pudiera haber sido densa nube que apaga el sol y lo saluda,
recodo que descubre el final del sendero,
sombra fresca que alivia el suelo pedregoso,
o aureola fugaz, silenciosa y muda.

Podría haber sido... incierta bruma en el alba,
el desaparecer de una gota de rocío,
vista abrumadora desde alta cima,
o el morado pálido de la malva.

Pudiera haber sido claro chillido entre alas de águila,
o ese momento que no existe entre el hielo y el agua,
cualquiera de los deseos de un pájaro
o un rizo de una laguna plácida.

Podría haber sido... fragor tardío de una tormenta lejana,
hoja desprendida en el viento
o el postrer sonido de una última gota de lluvia
o quizá... un solo grano de cualquier montaña.

Pudiera haber sido... la sutileza elegante de la espiga,
lisura de pradera alfombrada,
zumbido de diligente abeja
o simplemente... simple huella de hormiga.

Podría haber sido... pluma de autillo ululando en la noche oscura,
rama que acoge a un nido,
hojarasca en el bosque de otoño
o hiedra que crece en la espesura.

Pudiera haber sido el musgo que arropa a la piedra,
la quietud de un valle en su sueño
o quizá un reflejo en el agua
o simplemente... un puñado de tierra.

Podría haber sido el gozo de las nubes cuando las pasea el viento,
haber sido como el color del cielo en el ocaso,
haber sido inalcanzable como el horizonte,
haber pasado... como pasa tel tiempo.

Pudiera haber sido...
lo que la luna le canta a una estrella.
Mas haber podido ser su reflejo...
¿cómo podría haber sido
ni tan siquiera?

21.3.11

Tu voz es azul
y azules tus ojos.
Es azul tu luz,
azul tu silencio
y azul es tu rostro.

Es azul tu aroma
y azul es tu aliento.
Son azules tus días
y azules tus sueños.

Azul tu tristeza,
azules tus lágrimas.
Azul tu sonrisa
y azul... tu belleza.

Azul te veo, azul te pienso,
azul te huelo, azul... te siento.
Azul te pierdo, azul te encuentro;
azul te espero y azul te sueño.
Azul te quiero
y azul te deseo.
Azul es tu nombre...
azul... como el cielo.

Es azul tu lisura
y azul tu aspereza.
Es azul tu dulzura
y azules tus tormentas.
Azul es tu calma,
azules tus olas.
Azul es tu alma
y azul... tú sola.

Son blancas tus playas
y blanca es tu espuma
y es blanca y callada
ésa... tu mojada luna.

Ese azul de ti me empapa
porque azul es tu amor.
Oí decir que Mar te llaman,
pero no sé... cuál es tu color!

9.3.11

De piel ligera revestido tu rostro,
de túnica esbelta vestida tu forma,
liviano ondea tu ser caprichoso
por entre los pliegues leves de tu sutil presencia.

Habré de llamarte bruma
o habré de decirte niebla,
pues de todas mis otras palabras...
¡ninguna!
escapa de mis labios como tú,
volátil y etérea.