Quiero escucharte a ti
que no sé quién eres.
Quiero escucharte a ti,
oírte aun sin poder verte,
escucharte a ti...
que mi voz sea muda.
Quiero escucharte a ti,
escuchar tu mirada,
quiero escucharte...
escuchar tus lágrimas,
escuchar tu amor,
escuchar tus penas,
escuchar tu dolor,
escuchar, tu alma serena...
Mas no sé quién eres
tú, que me llamas,
tú que te escondes después
y te pierdes y te alejas...
¡Pero estás aún tan cerca!
Quiero hablarte a ti, de ti,
de tus manos ligeras,
de tus pies alados,
de tus palabras discretas,
de tus silencios adorados.
Tantos secretos susurras,
tantos versos cantas,
tal dulzura exhala tu voz
que se sublima en deseos
en las fraguas del alma.
Quiero escucharte,
escuchar tus reflejos
trazados con líneas infinitas,
escuchar las curvas de tu forma
y escuchar tu recuerdo
que no me olvida.
Quiero escucharte a ti,
a ti que así me torturas,
a ti que así me idolatras,
a ti que así me vacías
y me llenas
y me inundas y me ahogas
en el mar sosegado de mi dicha
o en el mar de tormentas de mis lágrimas.
Quiero escucharte a ti,
escuchar tu rojo delirante,
escuchar tu esperanzado verde,
tu azul de las olas de los mares,
tu naranja y gris de los tardos ocasos
y de los tempranos amaneceres.
Quiero escucharte a ti,
escuchar tus pasos perdidos,
oir el eco de tu párpados,
el callar de tu movimiento,
el clamor de tus sueños,
saborear los poemas escritos
por esas tus manos perfectas
engendradas en los campos de los cielos
por vientos que no imagino.
Quiero escucharte a ti.
Mas sin poder hacerlo
sí podria hablar de ti
como eso que veo en el aire,
como eso que siento en la noche,
como eso que se enconde en las nubes,
como eso que siendo invisible
irrumpe y dibuja latidos
en sendientos corazones.
Mas quiero escucharte a ti,
quiero escuchar tu sonrisa,
quiero escuchar tu roce,
escuchar tus labios,
escucharte a ti,
de quien no sé el nombre,
escucharte a ti...
que no sé quién eres...