Un reflejo cautiva mi mirada al cielo:
quizá de su azul son sus ojos,
acaso amarillas sus lágrimas
y no sé si de sus labios es el rojo
o de su mirada ese verde esmeralda.
Anaranjadas serán sus palabras,
suave violeta, quizá, su tristeza,
y serán de la Luz y del Agua
ese color que conforma su Alma.
No sé, pero quien pinta de Iris su Belleza
dibuja también, con un Arco, su Elegancia.